La Matriz McKinsey es una herramienta desarrollada por la consultora estratégica homónima, y data de principios de la década de 1970. También se suele conocer como la Pantalla de Negocios de General Electric, puesto que se desarrolló inicialmente para evaluar la cartera de negocios de dicho conglomerado estadounidense, que por aquel entonces contaba con cerca de 150 unidades estratégicas de análisis (UEA).
General Electric, disponía entonces de demasiadas UEA como para tener un enfoque estratégico claro de cada una de ellas, por lo que solicitó a McKinsey ayuda para configurar su cartera de negocios y decidir en cuales invertir, en cuales mantenerse y en cuales liquidar.
¿Qué es Matriz McKinsey?
La Matriz Mckinsey es una herramienta analítica utilizada para evaluar el atractivo relativo de diversos mercados y así poder configurar una cartera de negocios óptima. La matriz McKinsey es una guía estratégica. Lo que hacen con ella es tomar un producto o servicio y estudiar el mercado en el que opera.
Entonces analiza las condiciones competitivas y otras variables y de esta manera podremos llegar a la conclusión de si es conveniente mantener en el mercado este producto o servicio o bien abandonar.
El nacimiento de la matriz McKinsey fue en la década de los 70 y sus creadores fueron los trabajadores de la consultora internacional McKinsey. Realmente la creación de este modelo es una versión mejorada de la matriz BCG. La consultora McKinsey lo desarrolló para dar respuesta a uno de sus clientes, General Electric.
El problema de General Electric era que contaba con una cartera de productos muy amplia pero muchos de ellos no eran todo lo rentables que esperaban. Esta empresa conocía la matriz BCG pero querían una herramienta que ofreciera un análisis más completo y fuese a su vez de manejo sencillo.
Fue entonces cuando recurrieron a la consultora McKinsey y ellos crearon el modelo que ocupan.
¿Para qué sirve la Matriz McKinsey?
La consultora de Mckinsey desarrolló una matriz Mckinsey con la decisión que posicionaría a los productos de acuerdo a dos ejes centrales:
- Atractivo de mercado a largo plazo.
- Competitividad o fortaleza del producto o servicio en el mercado en cuestión.
Estos dos criterios generales están además constituidos por el análisis de múltiples variables convirtiendo a la matriz en multi-criterio. El atractivo de mercado se analiza entonces considerando las siguientes variables:
- Accesibilidad.
- Tasa de crecimiento.
- Ciclo de vida.
- Margen bruto.
- Competidores.
- Posibilidades de diferenciarse (distintas al precio).
- Concentración del mercado.
La competitividad en tanto, se analiza con las siguientes variables:
- Cuota de mercado relativa.
- Precio.
- Diferenciadores.
- Grado de expertise de la empresa.
- Distribución.
- Imagen de marca.
La matriz Mckinsey tiene dos ejes principales. En el eje horizontal se ubica el criterio de competitividad, mientras que en el vertical el atractivo de mercado. Estos dos criterios se evalúan en una escala de tres notas: débil, media y alta.
De esta forma, la matriz se subdivide en 9 celdas que determinan la decisión a tomar en el mercado. En cada celda siguiendo el eje de competitividad encontraras situaciones de débil atractivo de mercado, de medio atractivo de mercado y alto atractivo de mercado.
¿Cómo se realiza una Matriz McKinsey?
La matriz McKinsey es una matriz cuadrada con 3 filas y 3 columnas.
En el eje X de la matriz colocamos la variable posición competitiva y le damos 3 valores: débil, media y fuerte. Cuanto más nos alejemos del origen mayor es la posición competitiva. Al analizar la posición competitiva lo que hacemos es valorar la capacidad de nuestro producto de competir contra otros y de esta manera lo clasificamos en uno de los 3 valores antes citados.
En el eje Y o de ordenadas colocamos la variable atractivo del mercado y le damos otros 3 valores: bajo, medio y alto.
Conforme nos alejamos del origen más atractivo es el producto para el mercado. Para completar el estudio debemos colocar nuestros productos o servicios en cada uno de los 9 cuadrantes. Los cuadrantes suelen tener 3 colores diferentes y cada uno de esos colores representa una zona.
Zona Invest (crecimiento/invertir): es la zona a la que se da prioridad cuando se destinen nuevos recursos, donde están los productos estrella. Invertir en estos productos hará que tu negocio crezca más rápido.
Zona Protect (equilibrar/inversión selectiva): en esta zona se puede invertir pero antes de hacerlo hay que analizar cada caso.
Existen dos estrategias si decides invertir:
- Invertir solo para mantener la situación que actualmente presenta la empresa.
- Invertir más cantidad porque observas que existe potencial de crecimiento.