En este caso hablamos de un método para mejorar la productividad, tanto personal como de tu equipo, ya que puedes utilizarlo en ambos casos.
Como sabemos, la productividad es, por definirlo de forma sencilla, hacer más necesitando igual o menos tiempo. Si escribo 1 post en 1 hora y consigo crear 2 posts, en 1 hora, habré mejorado mi productividad en un 100%.
En muchas ocasiones buscamos una mejora de la productividad con grandes sistemas, modificando todos nuestros procesos de trabajo, de hacer tareas de casa, modificamos la organización de nuestra mesa de trabajo, los cajones y debido a la dificultad de mantenerlo en el tiempo, dejamos de usarlo.
Por eso, es ideal establecer pequeños hábitos que no nos cuesten mucho esfuerzo y poco a poco ir incrementando su complejidad, para mejorar la realización de tareas. Eso hace por ejemplo la Regla de los 2 Minutos muy efectiva
El código de colores es algo muy útil y sencillo de implementar
¿Qué es el código de colores?
Se trata de organizar nuestras tareas, utilizando diferentes colores, que podamos de forma muy sencilla identificarlas, agruparlas y estar preparados para realizarlas.
Utilizando colores, nuestro cerebro comprenderá de forma más rápida las tareas pendientes que tenemos en la agenda o en la lista de tareas y por eso, retendremos la información de forma más sencilla.
¿Cómo implementar el código de colores?
Existen dos formas principales (en realidad existen tantas como desees), una sería utilizarlo en tu calendario y otra en tu listado de tareas.
En tu calendario, puedes usarlo para categorizar las diferentes tareas que tenemos a lo largo de los días. Si tenemos reuniones internas, podemos ponerlas de un color, si son con clientes de otro, informes de otro color… así iríamos teniendo diferentes categorías.
Lo ideal es tener 4-6 categorías, podríamos tener más, pero contra más categorías, iremos complicándolo y si estamos empezando, quizás lo ideal es mantenerlo sencillo.
Una vez que tenemos las categorías, vamos marcando las tareas en función de su categoría, para que de forma sencilla, nada más comenzar el día, podamos de un simple vistazo saber lo que nos espera.
La otra forma de hacer uso del código de colores es a través de nuestras to-do lists. Esto sería del mismo modo, categorizar las tareas en función al tipo de trabajo que requieran por nuestra parte, en función de su urgencia o cualquier otro tipo que pueda ser conveniente.
Una vez hecho esto, podremos ver qué tipo de tareas tenemos pendientes para el día, algo que sin duda nos hará tener más clara nuestra planificación.
Sin duda es un método muy sencillo, muy útil y fácil de implementar. Se complementa muy bien con el time-blocking o bloques de tiempo.
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